Llevaba años sin cortarme el pelo porque no me fiaba de cualquiera… pero decidí probar en Rubén Barber y fue la mejor decisión. Me asesoraron con paciencia, escucharon lo que quería y el resultado ha sido impecable. ¡Parecía otra persona al salir! El trato, de 10. Repetiré sin duda.

Me hicieron un degradado limpio y exacto como lo quería. Además el trato fue de 10. ¡Volveré sin dudarlo!

Llevé a mi hijo por primera vez y salió con una sonrisa de oreja a oreja. El barbero fue súper amable, tuvo muchísima paciencia y el corte le quedó genial. ¡Hasta le puso un poco de gel para que se sintiera como un campeón! Sin duda volveremos cada mes.